Serra, Racó del Penyó, senda Gorrisa

A TENER EN CUENTA:
Ruta sencilla por la Sierra Calderona próxima a Serra, con bonitas vistas. Por pistas y sendas sin dificultades para senderistas asiduos. Las sendas tienen poco desnivel pero son pedregosas.


DESCRIPCIÓN:
Aparcamos al lado de la carretera, en las afueras de Serra, al lado del antiguo pub Zenital, ahora cerrado, caben 3 o 4 coches.

Tomamos el Camí Canach, indicado por postes, girando a la izquierda, seguimos por asfalto durante 1km. Giramos a la derecha por una pista de tierra, seguimos las marcas del GR 10 (este GR atraviesa toda la Calderona de este a oeste)

Seguimos paralelos al barranco Deula y en 500 m lo cruzamos para inmediatamente desviarnos a la derecha por senda, por la ruta Gorrisa según poste indicador.

Iremos en ascenso hasta el Racó del Penyó donde tendremos unas buenas vistas sobre Serra y montañas circundantes, Mola de Segart, el Moncudio...

Tomamos la senda en descenso, pasamos por la balsa Miseria, sin agua, y regresamos a nuestro coche.

No dudamos en ir al "Pastoret" a almorzar, pues la ruta ha sido corta😋

UN POCO DE... geografía e historia:
El municipio de Serra se encuentra situado en pleno corazón de la Sierra Calderona, es un espacio único, de gran valor ecológico y paisajístico.

La Sierra Calderona fue declarada Parque Natural el 15 de enero de 2002. El parque tiene una extensión de 18.019 hectáreas, casi una tercera parte del parque natural pertenece a Serra, lo que representa más del 90 % de su término municipal. Las dos partes restantes, se reparten entre otros 13 municipios.

Ha sido una sierra profundamente humanizada, como muestra: los bancales, los cultivos muchos de ellos abandonados, y los oficios tradicionales ya desaparecidos, el aguadero, cantero y los trabajos del esparto o carbonero

Calderona era el nombre popular con el que se conocía a una actriz de la corte de Madrid que se hizo muy popular durante el reinado de Felipe IV (s.XVII) y se convirtió en su amante. La consorte del rey Isabel de Borbón al enterarse😈 la envió a un convento.
Cuenta la LEYENDA que después de unos años recluida en el convento, la Calderona huyó hacia estas montañas. Aquí se unió a un grupo de bandoleros para poder sobrevivir. La fama de la mujer convertida en bandolera fue tan grande que acabó dándole nombre a estas montañas.